La ciudad de fuego

Capítulo 2) Cazador Oculto


Si fuera fuego, quemaría el mundo;
si fuera viento, lo arrasaría;
si fuera agua, lo ahogaría;
si fuera Dios, lo hundiría;

si fuera papa, estaría contento
pues molestaría a todos los cristianos,
si fuera emperador, ¿sabes qué haría?
les cortaría la cabeza a todos.

Si fuera la muerte, buscaría a mi padre,
si fuera la vida, le rehuiría;
lo mismo haría con mi madre.

Si fuera Cecco, como soy y fui,
tomaría a las mujeres jóvenes y bellas:
les dejaría a los demás las viejas y feas.

(Cecco Angiolieri)


Prólogo

Era una sabia, una maga, una mujer tierna, protectora, que le contaba cuentos a una niña en una cárcel; pero también una presa y una asesina. 
Conocía el misterio de las noches sin luna, los secretos de los magos, los designios de los dioses, todo lo sabía y yo le creía, con el corazón en la boca y el alma expectante, esperando aquel prodigioso instante de revelación.

Esta es su historia y la mía, la manera en que los relatos narrados desde el patio de juegos de mi infancia fueron fórmulas mágicas, desde las cuales pude comprender cómo los magos hacen aparecer increíbles universos, y cómo este mundo limitado en el que nos movemos solo es una débil e inexacta proyección del otro, el de los sueños y las pesadillas. 

Detrás de poderosos dragones alados o fieras con dientes de sable, están los verdaderos asesinos. La realidad entra dentro de otra realidad como los bellos fractales dibujados por nuestras modernas computadoras. Y donde cada diseño no solo repite los principios del universo anterior, sino que lo hace a otro nivel, a otra escala. 

Fui su discípula, su mejor alumna, y por ello caminé con paso vacilante por una fina cornisa, con cuidado de no resbalar entre la realidad y la invención, entre la razón y la locura, entre el bien y el mal. Sabiendo que sólo podía seguir al maestro hasta el punto en que las sombras fueran tan profundas que ya no pudiera ver el camino y, entonces, debería seguir sola.
Fue así que a los ocho años descubrí, quizás sólo por necesidad y por miseria, el poder del artificio y el alcance insospechado de la alegoría.

 Cuando me transformé en un cazador oculto y en un oscuro mago.

Capítulo 1) Cazador Oculto

Capítulo 2) Cazador Oculto

Capítulo 3) Cazador Oculto

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